Hace muchos años, en Francia, empezò la costumbre de que las novias entraran a su ceremonia con un ramo o buquet de flores en sus manos, como sìmbolo de ser el ùltimo regalo que recibirìan por parte de su novio en calidad de soltera y el primero como mujer casada. De esta manera, empezò una tradiciòn que nos marca hasta el dìa de hoy. Por esta misma razòn, la novia, muy generosamente, lo lanza. Para que alguna soltera lo pueda recibir y asi, ella tambièn sea bendecida con el amor y el matrimonio.
Con esta romàntica historia entendì que escoger las flores era algo màs que escoger un bonito camino de mesa, un hermoso ramo o lindas flores para la decoración de la ceremonia.
Las flores estàn llenas de simbologìa, nos reciben el dìa que llegamos a este mundo, donde la madre es honrada con lindos arreglos florales y nos despiden el dìa nuestra muerte.
El enamorado le lleva flores a su amada para el aniversario y el hijo le regala una flor a su madre en su dìa.
Las flores hablan por tì, de la personalidad de los novios. No es lo mismo un matrimonio con peonìas rosadas, que un matrimonio con flores coloridas….las rosas son romànticas y los girasoles son alegres y juveniles.
Los tonos azules y lilas tienden a hacer que un espacio se vea màs amplio y luminoso. Los tonos amarillos y anaranjados aportan calidez.
Princesas han escogido sus ramos cuidadosamente, buscando que la tonalidad de sus flores representen sus màs ìntimos sentimientos. Entonces, si Sofìa Hellqvist, princesa de Suecia, rompiò el protocolo de los ramos blancos y escogiò tonos pastel, por que nosotras las plebeyas no podrìamos escoger nuestras flores de acuerdo a nuestra personalidad?
En mi caso, descubrì cual era mi ramo soñado y que flores serìan las protagonistas de mi decoraciòn…optè por las de papel!! al final, cada uno escoge lo que màs le gusta…..